jueves, 26 de diciembre de 2013

René Char - Antonin Artaud.


No tengo voz para elogiarte, hermano mío.
Si me inclinara sobre tu cuerpo que la claridad va a dispersar,
Tu risa me rechazaría.
El corazón entre nosotros, durante lo que se llama impropiamente una hermosa tormenta,
Da en tierra varias veces,
Mata, cava e incendia,
Luego renace más tarde en la dulzura del hongo.
No necesitas un muro de palabras para exaltar tu verdad,
Ni las volutas del mar para ungir tu profundidad,
Ni de esta mano febriciente que nos rodea la muñeca,
Y suavemente nos conduce a derribar un bosque
En donde el hacha son nuestras entrañas.
Está bien. Vuelve al volcán,
Y nosotros,
Que lloremos, asumamos tu relevo o preguntemos:
"¿Quién es Artaud?' a esa espiga de dinamita de la que ningún grano
se separa,
Para nosotros, nada habrá cambiado,
Nada, sino esta quimera viviente del infierno que se despide
de nuestra angustia.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Enrique Verástegui - Salmo.


Yo vi caminar por las calles de Lima a hombres y mujeres
carcomidos por la neurosis,
hombres y mujeres de cemento pegados al cemento aletargados
confundidos y riéndose de todo.
Yo vi sufrir a estas pobres gentes con el ruido de los claxons
sapos girasoles sarna asma avisos de neón
noticias de muerte por millares una visión en la Colmena
y cuántos, al momento, imaginaron el suicidio como una ventana
a los senos de la vida
y sin embargo continúan aferrándose entre
marejadas de Válium
y floreciendo en los maceteros de la desesperación.
Esto lo escribo para ti animal de mirada estrechísima.
Son años-tiempo de la generación psicótica,
hemos conocido todas las visiones de Kafka y Gregory Samsa
pasea con Omar recitando silbando fumando mariguana
junto al estanque en el parque de la Exposición – carne
alienada por la máquina y el poder de unos soles
que no alcanzan para leer Alcools de Apollinaire[1].
Recién ahora comprendo mañana reventare como esos gatos
aplastados contra la yerba
y las cosas que ahora digo porque las digo ahora
en tiempos de Nixon – malísimos para la poesía
-corrupción de los que fueron elegidos como padres – gerentes
controlando el precio de los libros
de la carne y toda una escala de valores que utilizo
para limpiarme el culo.
Yo vi hombres y mujeres vistiendo ropas e ideas vacías
y la tristeza visitándolos en los manicomios.
Y vi también a muchos gritando por más fuego desde los auto-
buses[2]
y entre tanto afuera
el mundo aún continúa siendo lavado por las lluvias,
por palabras como estás que son una fruta para la sed.

[1] Unos soles de más o de menos
son unos soles de más o de menos en las arcas del espanto.
[2] pero nadie tuvo una luz para aliviar la pesadilla
para aliviar el horror.

Jorge Pimentel - Voz de Anisado.


Un hilo de oro se descuelga del amanecer.

Es el oficio que no prospera.
Con asco gritan las horas y revientan las penumbras.
Culpable y mentiroso sólo albergo cosas perdidas.
Las astillas de mi heterojundio complican el miedo.
Qué hombre he de ser, qué cirrosis me corroborará la razadura.
Es cierto que una cerveza me derrumbó.
Y nada prospera.
El ojo sordo embotella el tránsito hacia territorios sin vuelto.
Y necesito lo que se contraiga del suelo
y evolucione en su esplendor y nido.
Y necesito lo que asume la voz cuando calla
y saber por qué soy triste y asemejo dulzores
y por qué el tirón del frejol me despedazó.
La tierra aún así de brazos amoratados extiende
las corolas y los peces salvan la inocencia.
Sólo quise ser ángel en esta ciudad de murciélagos.
No más unicornios de miedo.
No más el temblor derramado.
Pero la noche me siniestró,
pero la noche facturó ya
de agonía,
de desprecio,
de hábitos,
de olvido,
y fue irrecuperable la ternura
y ya cantó el gallo y ya vámonos.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Leopoldo María Panero - El Tesoro de Sierra Madre.


Quiénes son los hombres que se separan del resto
y andan solos y creen ver en las tinieblas
y se ríen como si supieran, y andan solos
como si supieran, quemando
rostros y con algo de saliva
escondida tristemente en las bolsas.
Aspirando a sí mismos y pisando el rojo
vivo de los labios. Sin mancha,
persiguiendo ciegos la ilusión del espejo.
Dime Luna, quiénes son los que te
adoran y creen, y recorren seguros
la tela de araña que nadie, nadie ha tejido
y corren en pos de su imagen, tropezando en el cieno,
acezantes, mordidos en el culo por su sombra
camino del abismo con los ojos vendados
como el FOU de aquel juego
de cartas cuya clave olvidé, oh dime Luna
el nombre secreto de tus fieles, y si saben, si saben
que al llegar por fin no les espera
sino en la muerte su rostro en el espejo.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

René Char - ¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud!


¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Tus dieciocho años refractarios a la amistad, a la malevolencia, a la estupidez de los poetas de París, así como al ronroneo de abeja estéril de tu familia ardenesa un poco loca; hiciste bien en lanzarlos lejos de ti, meterlos bajo la cuchilla de tu guillotina precoz. Tuviste razón de cambiar el boulevard de los holgazanes, el cafetín de los mea-liras, por el infierno de las bestias, el comercio de los astutos y los buenos días de los simples.

Este impulso absurdo del cuerpo y del alma, esta bala de cañón que da en su blanco haciéndolo estallar ¡Sí, la vida de un hombre, está bien por allá! No se puede, al dejar la infancia, indefinidamente estrangular al prójimo. Si los volcanes cambian poco de lugar, su lava recorre el gran vacío del mundo y le otorga las virtudes que cantan en sus heridas.

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Nosotros somos algunos que creemos, sin pruebas, que la felicidad es posible contigo.

De Fureur et Mystère, 1948

martes, 10 de diciembre de 2013

Gonzalo Arango - Salvaje esperanza.


Gonzalo Arango & Rosa Girasol

Éramos dioses y nos volvieron esclavos.
Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata.
Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.
Éramos felices y nos civilizaron.
Quién refrescará la memoria de la tribu.
Quién revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,
querida alma inamansable.

Helvert Barrabás - Osorno.


El Bosco - Extracción de la piedra de la locura

Puedo escribir los versos más terribles con la lava del Osorno, 
que alza su pezón solemne en la cadena de América, 
puedo describir tragedias homéricas al son de relámpagos y truenos, 
aún cuándo camino apuñalado. 
He visto el rostro de la miseria humana, 
con una lluvia que no cesa, 
mientras alza su graznido el lamentador de sucesos, 
susurrando cementerios en los atardeceres, 
silbando la sinfónica trágica de aquel que se arroja a la vida.

Cae la lluvia en las lomitas de Puerto Montt, 
el cielo está llorando todo lo que no puedo, 
llevo la culpa a cuestas cómo saco de papas de campos maulinos, 
me acompaña el hedor de los menesterosos, 
me he revolcado en las calles más sórdidas, 
soy un príncipe derrocado que llora a los pies del Mediterráneo, 
y aún así respiro desde el lodo.

Llora en mí un batallón de calamidades, 
con los gemidos de los saxofones, 
un nudo de cantos de pájaros se inmiscuye en mi ventana desflorada, 
se precipita el sol con su horror y su solemnidad, 
el ronroneo de los automóviles imbéciles se derrama por las calles, 
todo es tan pequeño, 
lloro a la hora en que cantan los gallos, 
con la soledad de quién posee a la muerte a sus pies, 
lloran mis fantasmas que deambulan noctámbulos, 
lloran desesperados en la busca del no-ser, 
y esos malditos pájaros continúan con su canto, 
y ese canto es la soga que me ata a esta vida, 
tembloroso en el pánico cotidiano, 
acostumbro a echar sal a mis heridas.

martes, 3 de diciembre de 2013

Pieter Brueghel el Viejo.


Pieter Brueghel el Viejo, (Flandes, c. 1525 - 9 de septiembre de 1569) es uno de los más grandes pintores flamencos del siglo XVI. Fue padre de Pieter Brueghel el Joven y Jan Brueghel el Viejo, éstos se convirtieron en pintores, pero ninguno de ellos fue discípulo de su padre, ya que este falleció cuando ambos era aún niños. Jan Brueghel siguió los pasos de su padre y se convirtió en pintor, especializándose en paisajes; en cambio Pieter Brueghel el Joven también se dedicó a la escritura. Los dos se destacaron en las artes ya que tenían el talento de sus padres. 
  
Algunos registros de Pieter Brueghel el Viejo indican que nació en Broghel, cerca de Breda, pero no ha sido posible determinar si se trata de la ciudad neerlandesa de Breda o la belga de Bree, llamada Breda en latín. Desde 1559 eliminó la 'h' de su apellido y comenzó a firmar sus pinturas como Bruegel, con el tiempo... la 'h' la ha vuelto a recuperar. 

Fue aprendiz de Pieter Coecke, con cuya hija Mayke terminó casándose, y en 1551 fue aceptado como maestro en el gremio de pintores de Amberes. En 1558 estaba en Roma, donde trabó amistad con Giulio Clovio, retornando luego a Amberes y estableciéndose en Bruselas diez años más tarde. Murió en esa ciudad el 9 de septiembre de 1569. 

Pieter Brueghel el Viejo se especializó en paisajes poblados de campesinos, en un estilo más sencillo que el del arte italiano que prevalecía en ese tiempo. La influencia más notable en su arte es la del maestro holandés Hieronymus Bosch. Se lo ha apodado Brueghel el campesino para distinguirlo de los otros miembros de la dinastía que fundó. 

Se le suele acreditar haber sido el primer artista occidental en pintar paisajes por sí mismos, en lugar de como telón de fondo de alegorías religiosas. Sus paisajes del invierno de 1565 corroboran la dureza de los inviernos durante la Pequeña Edad de Hielo. 

Su genio se ha equiparado a menudo al de El Bosco, con quien comparte cierto tratamiento fantástico en determinadas escenas como El Triunfo de la Muerte que se expone en el Museo del Prado. Prácticamente desconocido en su etapa de formación, los únicos datos sobre su vida y su carrera nos los ofrece una biografía de 1609, que le presenta como un ignorante dedicado a la pintura cómica. Sin embargo, parece suficientemente demostrado que fue un hombre de cierta cultura, puesto que conoció a estudiosos y científicos de su país. Además, viajó por Italia para aprender la forma de pintar de los renacentistas, permaneciendo incluso una temporada en el taller de un maestro siciliano. Su viaje le valió además una importante colección de dibujos excelentes sobre el paisaje de los Alpes, que hubo de atravesar durante su viaje. Tal vez esto resultara más importante para su carrera que el aprendizaje con los italianos, puesto que a su regreso desarrolló una serie de paisajes muy difundidos en Europa mediante el grabado. En esta misma técnica, realizó ciertos temas moralizantes, normalmente ilustraciones a refranes típicos, algo que también había hecho El Bosco (por ejemplo en La Piedra de la Locura). 

Uno de sus temas más famoso es la torre de Babel, del que pintó tres cuadros, si bien se conservan dos: La construcción de la torre de Babel (1563, Kunsthistorisches Museum de Viena) y La Pequeña construcción de la torre de Babel (Rotterdam). Puede que el interés del pintor por la torre de Babel procediera del carácter cosmopolita de su ciudad de Amberes.




















lunes, 2 de diciembre de 2013

William Burroughs - Oración del día de acción de gracias.


Para John Dillinger
con la esperanza de que siga vivo.
28 de noviembre de 1986. Día de acción de gracias.

Gracias por el pavo silvestre y las palomas comunes destinadas
          a convertirse en excremento en los intestinos de América,
gracias por un continente para despojar y envenenar,
gracias por los indios que apenas ofrecieron batalla y peligro,
gracias por las vastas manadas de bisontes para matar y despellejar,
          abandonando a la podredumbre el cadáver,
gracias por las recompensas a los lobos y coyotes,
gracias por el SUEÑO AMERICANO que vulgariza y falsifica hasta
          que brillan las mentiras desnudas,
gracias por el KKK, por los leguleyos asesinos de negros
          que hacen muescas, por las damas decentes de rostros
          retorcidos y malos y amargos
          y malvados que van a la iglesia,
gracias por las calcomanías de “mata a un puto por Cristo”,
gracias por el laboratorio SIDA,
gracias por la ley seca y la guerra contra las drogas,
gracias por un país en que a nadie se le permite ocuparse
          de sus propios asuntos,
gracias por una nación de chismosos, sí, gracias por todos los recuerdos,
          …hecho, déjame ver tus brazos,…sí, siempre fuiste
          un dolor de cabeza y un pesado,
gracias por esta enorme traición última al último y más grande
          de todos los sueños humanos.