Forma poética
inserta en la tradición Afgana, y en particular en las voces femeninas de la
cultura Pashto, los landays, son poemas breves – generalmente de dos versos
compuestos por 22 sílabas aleatoriamente distribuidas – que hoy en día se
manifiestan como una forma propicia para dar seguimiento a temas de la cultura
Pashto como la separación, el amor, el ingenio, el erotismo, la guerra, el
llamado a las armas, el lamento, la pasión o el dolor por la tierra perdida.
Los landays son
poemas que tradicionalmente se cantaban en voz de mujeres Pashto y hoy en día
han conseguido retratar la imagen femenina mediante su habilidad de sintetizar
un dolor común; sus virtudes: la precisión y la agudeza. La palabra landays
hace honor a esta forma poética; “landays” se traduce literalmente como
“serpiente venenosa de cortas dimensiones”. Cabe mencionar que la mera
elocución de dichos poemas representa un tabú e inclusive graves represalias –
principalmente sociales pero también incluso legales – en contra de aquellas
que los divulguen.
Yo llamo. Tu
eres piedra
Un día cuando me
busques, descubrirás que me he marchado.
•
Me vendiste a un
hombre viejo, padre,
Que Dios
destruya tu casa, yo era tu hija.
•
Hacer el amor
con un hombre viejo
es como cogerse
un arrugado tallo de maíz ennegrecido por el moho.
•
Cuando hermanas
se sientan juntas, siempre alaban a sus hermanos.
Cuando hermanos
se sientan juntos, venden a sus hermanas a otros.
•
Me haré un
tatuaje con la sangre de mi amado
y apenaré a toda
rosa en el verde jardín.
•
Desafortunado tú
que no me visitaste anoche,
Confundí el duro
poste de madera de la cama con un hombre.
•
Abrázame con tu
chaleco de suicida
pero no digas
que no te daré un beso.
•
Niña:
Desliza tu mano
en mi sostén
Sacude una roja
y madura granada de Kandhar.
Niño:
Deslizaré mi
mano en tu sostén,
¿pero quién
dejará caer las monedas en el jarro de tu dueño?
•
¿No hay acaso
aquí un hombre tan valiente como para ver
cómo mis muslos
vírgenes mis ropas han puesto a arder?
•
Por Dios, te
daré un beso,
¡Deja de sacudir
mi jarra y mojar mi vestido!
•
Te besaré en el
jardín de granadas. ¡Silencio!
La gente pensará
que una cabra se atoró en los arbustos.
•
Ven, unamos
muslo con muslo
Si te montas, no
lloraré.
•
¡Ay! No me
aprietes tan fuerte:
Mis senos arden
por convertirme en mujer anoche.
•
Brillante luna,
por el amor de Dios,
No ciegues a dos
amantes con una luz tan desnuda.
•
Tus ojos no son
ojos. Son abejas.
No puedo
encontrar cura para su picadura.
•
Ascender a la
cima de la colina y observar
dónde la
caravana de mi amado esta noche va a reposar.
•
Hija, en América
los ríos no llevan agua,
Las niñas
pequeñas en el internet llenan sus jarras.
•
¿Cuán más simple
puede el amor ser?
Comprometámonos
ahora. Textéame.
•
Que Dios te
convierta en una flor de rivera
para que pueda
olerte cuando vaya a recoger agua.
•
Podría haber
probado la muerte por una probada de tu lengua,
viéndote comer
helado cuando éramos jóvenes.
•
Del agua no
puedo siquiera probar un poco.
El nombre de mi
amado, escrito en el corazón, podría ser borrado.
•
Vamos, dejemos a
estos idiotas de pueblo
y casémonos con
hombres Kabul con cortes de pelo de Hollywood.
•
¡Traté de
besarte en secreto pero estás calvo!
Tu desnudo cráneo
contra la pared ha golpeado.
•
¡Estoy
enamorada! No lo negaría, ni siquiera
si intentaras
retirar mis verdes tatuajes con un formón.
•
Mi amor es justo
como sólo puede ser un soldado americano.
Para él soy
obscura como un Talibán, así que me ha martirizado.
•
Oh cariño, tu
eres Americano para mis ojos,
Eres culpable;
lo siento.
•
Porque mi amado
es Americano,
póstulas
florecen en mi corazón.
•
Sueño que soy el
presidente.
Cuando
despierto, soy la pordiosera del mundo.
•
Vuelve negro de
pólvora o rojo sangre
pero no vuelvas
entero a deshonrar mi cama.
•
¿Qué podrías ser
sino un bravo guerrero,
tu que has
bebido la leche de una madre Pashto?
•
Mi amor dio su
vida por nuestra tierra,
Coseré su velo
con una hebra de mi cabello.
•
En batalla,
deben haber dos hermanos;
uno para ser
martirizado, otro que prepare el velo del primero.
•
Portas un denso
turbante sobre tu calva
para ocultar tu
edad. ¿Con qué motivo? ¡Estas casi muerto!
•
La vieja cabra
buscaba un beso de mi abadejo
como quitarle un
pedazo de carne del hocico a un hambriento perro.
•
Mi cuerpo es
fresco como una hoja de henna;
verde por fuera;
adentro, carne cruda.
•
¿Qué has hecho
conmigo, Dios mío?
Otras han
florecido, yo permanezco apretada como un brote.
•
Las viudas
llevan dulces al altar de un santo.
Yo le llevaré a
Dios palomitas, rogándole que mate al mío.
•
Mi cuerpo me
pertenece a mí;
a otros su
dominio.
•
En la prisión de
Policharki, nada tengo que me pertenezca,
excepto el
corazón de mi corazón que vive entre sus muros de piedra.
•
Estoy cansada de
adorar flores exóticas,
Extraño los
jardines de Sangin; eran pobres pero nuestros.
•
La separación
trajo este tipo de pena:
Hizo de sí misma
un mulla y a mí la ladrona del pueblo.
•
Que Dios
destruya la Casa Blanca y mate al hombre
que envió
misiles estadounidenses a quemar mi casa.
•
Bush, no te
enorgullezcas tanto de tu carro armado.
Mi bomba remota,
desde lejos, lo hará volar en pedazos.
•
Los drones[1]
han llegado al cielo afgano.
Las bocas de
nuestros cohetes contestarán a su llamado.
•
Mi Nabi fue
muerto por un drone.
Que Dios
destruya a tus hijos, América, has asesinado a los míos.
•
Que Dios
destruya a los Talibanes y termine sus guerras,
Ellos hecho de
las mujeres afganas viudas y rameras.
•
Ven a
Guantanamo.
Sique el repique
de mis cadenas.
•
Madre, ven a las
ventanas de la prisión
Háblame antes de
que vaya a la horca.
•
Por favor dile
al guardia de la prisión
que no sea tan
cruel con mi hijo, Allah Mohamad.
•
Hamid Karzai[2]
vino a Kabul
a enseñarle a
nuestras niñas a vestirse en dólares.
•
Hamid Karzai
envió a nuestros hijos a Irán
y los hizo
esclavos de la heroína.
•
Separación, tu
prendes fuego
en el corazón y
casa de todo amante.
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