(Andréi Voznesensky y Allen Ginsberg)
No Olvides.
En alguna parte
un hombre se pone sus cortos,
su camisilla
azul de listas,
sus jeans;
un hombre se
pone
su chaqueta en
la que hay un botón
que dice COUNTRY
FIRST,
y sobre su
chaqueta, su sobretodo.
Sobre su
sobretodo,
tras
desempolvarlo, se pone su automóvil,
y sobre éste se
pone su garaje
(apenas justo
para su carro),
sobre éste el
patio de su apartamento,
y luego se
asegura él mismo contra el muro del patio.
Entonces se pone
a su esposa,
y después de
ésta la próxima,
y luego la
próxima,
y sobre esa se
pone su subdivisión
y sobre esa su
condado
y como un
caballero se abrocha
las fronteras de
su país;
y con su testa
oscilando,
se coloca el
globo completo.
Entonces viste
el negro cosmos
y se abotona con
las estrellas.
Cuelga la vía
láctea sobre un hombro,
y tras ésta
algún secreto más allá.
Mira en rededor:
De súbito
en la vecindad
de la constelación de Libra
recuerda que
olvidó su reloj.
Su tic-tac debe
estar sonando en algún sitio
(Por si solo)
El hombre se
quita los países,
el mar,
los océanos,
el automóvil, y
el sobretodo.
Él no es nada
sin el Tiempo.
Desnudo
permanece en su balcón
y grita a los
transeúntes:
“Por amor de
Dios, no olviden su reloj!”
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