lunes, 20 de octubre de 2014
Charles Baudelaire - Albatros.
Por divertirse, a veces cazan los marineros
albatros, altas aves de los cielos marinos,
que siguen, indolentes y fieles compañeros,
a las naves que surcan los amargos caminos.
Esos reyes del aire, presos en las cubiertas,
apenas si consiguen caminar, y los vemos
arrastrando sus grandes, blancas alas, abiertas,
tímida y torpemente, como si fueran remos.
¡Qué desmañada y débil, alada criatura,
antes bella, y ahora tan ridícula y fea!
El uno, cojeando, remeda su figura;
el otro, con su pipa, el pico le golpea.
El poeta, a ese príncipe de las nubes, que habita
libre en la tempestad, del todo es semejante;
exiliado en la tierra, entre el vulgo que grita,
le impiden caminar sus alas de gigante.
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