Me
he convertido en una animita de éxito
entre
los camioneros y sus familias
Una
casita de la muerte iluminada a vela, piadosamente;
a
diario con flores frescas a sus pies
Me
he convertido en un actor que va a morir, pero de verdad, en el último acto
en
un afamado equilibrista sin red que baila noche a noche sobre la cuerda floja
El
teléfono suena constantemente en mi camarín.
No
me pueden llamar para derogar mi aparición en escena
lo
hacen sólo para pedirme que les reserve entradas aunque sea para el tercer acto
Tinguirinea
gente cercana a mi corazón ahora vacío pero no indiferente
y
gente que estuvo a miles de kilómetros de él
estos
últimos para reconciliarse con Jesús, su paralítico, a pito de mí
para
obtener la absolución en el último momento
Par délicatesse
voy a perder con lo que me queda de vida
la
alegría de morir, recibiendo a esos jetones
La
muerte es un éxito de público
Basta
con doce personas
No
quiero a nadie más en la platea
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