miércoles, 21 de agosto de 2013

Vicente Huidobro - Edad Negra.


La muerte atravesada de truenos vivos
Atravesada de fríos humanos
La muerte de sobra llamando tierra por la tierra
Y de subida en los rostros amargos
La marea apresurada
Sobre los ojos y las piedras...
Cómo decir al mundo si es necesario tanto hielo
Si exige el tiempo tal suplicio
Para futuras voces nuevas

¿En dónde estás flor de las tumbas
Si todo es tumba en el reino infinito?
Sólo se oye la lengua del sepulcro
Llamando a grandes gritos
Las campanas secretas
En su misterio de memorias a la deriva
Semejantes al temblor eterno
Que se separa de los astros

No hay sacrificio demasiado grande
Para la noche que se aleja
Para encontrar una belleza escondida en el fuego

Perderlo todo
Perder los ojos y los brazos
Perder la voz el corazón y sus monstruos delicados
Perder la vida y sus luces internas
Perder hasta la muerte
Perderse entero sin un lamento
Ser sangre y soledad
Ser maldición y bendición de horrores
Tristeza de planeta sin olor de agua
Pasar de ángel a fantasma geológico
Y sonreír al sueño que se acerca
Y tanto exige para ser monumento al calor de las manos

Penan los astros como sombras de lobos muertos
En dónde está esa región tan prometida y tan buscada
Penan las selvas como venganzas no cumplidas
Con sus vientos amontonados por el suelo
Y el crujir de sus muebles
Mientras el tiempo forja sus quimeras
Debo llorar al hombre y al amigo
La tempestad lo arroja a otras comarcas
Más lejos de lo que él pensaba

Así dirá la historia
Se debatía entre el furor y la esperanza
Corrían a encender montañas
Y se quemaban en la hoguera
Empujaban ciudades y llanuras
Flanqueaban ríos y mares con la cabeza ensangrentada
Avanzaban en medio de la sombra espía
Caían desplomados como pájaros ilusos
Sus mujeres ardían y clamaban con relámpagos
Los caballos chocaban miembros en el fuego
Carros de hierro aviones triturados
Tendidos en el mismo sueño...
Guárdate niño de seguir tal ruta.

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