lunes, 7 de diciembre de 2015

Alexis Donoso - Un quiebre de timón al barco de la poesía.


Un quiebre de timón al barco de la poesía

“Aquel título está en perfecta armonía con el contenido
del libro, ya que su vida, efectivamente, siempre estuvo inspirada en el sueño de vivir poéticamente.”

Sören Kierkegaard

“El capitán no es el capitán, el capitán es el mar”

Jesús Lizano

El mundo carece de plenitud. Decir esto no es decir algo nuevo. Jamás el mundo ha sido pleno y no es posible ser pleno en él, al menos no para quienes han bebido de la inmedible fuente del desengaño. La plenitud como totalidad, es un modo de la conciencia desintegrada por las burguesías a través de la división social del trabajo en una modernidad inacabada, esclava de la utilidad y la economía. Sea esta imposibilidad de plenitud en el mundo moderno extraviada por el progreso humano signo de su tragedia y de una vida fragmentada, arrastrada hacia la decadencia y la miseria.  

El coordinador acéfalo de esta Sinfónica Caótica demanda vivir poéticamente. En un acto desesperado “toma al lenguaje por el cogote y le arranca las palabras” para crear su anarcopoema, este canto plenilunico y hambriento. Pero no es un arrebato infantil y gratuito reclamar “la verdadera esencia de lo vital” –como un sentido creativo del habitar poéticamente-, trocado por el orden existente en competencia y mercancía para intercambiar. Ya las lecciones extraídas de los versos de Holderlin por Heidegger son sustanciales en esta materia, como de igual manera las obras de artistas, poetas, pensadores reducidos por conveniencia de la norma y del discurso psiquiátrico a la demencia y al error, exigirían estar a la altura del mismo talante de desafío. En este desenfreno Barrabás no está solo. Nuevos y antiguos bardos, románticos y suicidas, serán depositarios de su afecto y admiración. Nietzsche, Nerval, Rimbaud, Poe, Van Gogh, Artaud, Panero, entre otros que comparten la misma raíz y lengua, no son meros ecos en su escritura sino fundadores de un modo de sensibilidad que resiste y se desborda a través de los siglos, y de la que Barrabás es continuador. 

Sinfónica Caótica, acoge y confunde en sí dimensiones claves de la poesía moderna que serán sintetizadas en esta elegía de tono rokhiano. La primera, es la negación nihilista rimbaudiana de los valores dominantes, que busca la conversión del poeta en otro por medio de la alquimia del verbo y la saturación de las experiencias llevadas hasta la ruptura de sus límites. Segunda, -pecado mortal en la edad media-, la devoción romántica del suicidio, donde el artista renuncia a la existencia encontrándose en el estado más fructífero del desarrollo de su obra. Tercera, la transvaloración nietzscheana que invierte los valores del cristianismo o platonismo popular heredados por la cultura occidental. Esto es, el rechazo de la tribu por la búsqueda individual que deviene fabuloso riesgo de ser uno mismo. Y una cuarta de carácter implícito pero transversal, es la aceptación de la vida como obra, ya modificada por la concepción del habitar poético holderliano que mezcla el carácter teológico y la vida; lo que el idealismo alemán llamara el Todo-Uno.    

Es a partir de estos caudales mezclados que Barrabás se arrojará a navegar en el barco de la poesía por los “océanos ingobernables” del lenguaje en busca de “geografías despernancadas”. El poeta toma por asalto el control del barco de la poesía para dar un golpe de timón, pero termina haciendo algo más, en un gesto “absoluto y épico”, arranca el timón de cuajo y nos sentencia: ¡No hay capitán en este barco!, y arroja el timón al mar como si fuese una cabeza, erigiéndose el verdugo de la poesía devenida del saber enciclopédico y de las bibliotecas oficiales, que no permitirían crear el poema que realice la verdadera esencia de lo vital –ser creativos- secuestrado por los grandes relatos de la mentira y la cobardía organizadas, sus imposturas y temores.


Sin embargo, no se trata ingenuamente de poetizar la vida. La vida es poética por excelencia, pero el mundo no es la vida y carece de poética, de chispa, de creatividad, de imaginación, de poesía. Sinfónica Caótica, es la afirmación de un vivir poéticamente arrojados en un tiempo que el poeta, sintetizador sonoro del caos identificará con la desmesura. Es en la desmesura –aquel lugar vetado desde la antigüedad más clásica por la palabra racional y policiaca- donde se experimenta lo que podríamos llamar la esencia no reposada sino vertiginosa de la poesía y de la vida misma. Desmesura que sería reprimida por un mundo hiper-racionalizado, cuya vigilancia y control ha permeado todas las esferas, inclusive la del arte.

Barrabás nos hostiga. No basta con leer poesía para sentir el movimiento de los océanos dentro de sí. No basta con escribir poesía para ser poeta nos dice: No basta conformarse. Hay que hacer experimentar a la vida su desmesura, la extensión de su vértigo. Hay que arriesgar en la palabra toda la razón, hasta ver surgir en el poema la palabra creadora que violenta y transforma lo execrable y espeluznante, la muerte del hombre en canto. Aquella palabra desracionalizada que da golpes al lenguaje hasta quebrarle los dientes y huesos, aquella palabra que enfrenta al lenguaje con su propia locura. 

Este no es un libro de poemas sino una gran exhortación y patada en el hocico a la hipocresía del bienestar social y la paz ciudadana, donde se encuentran también cómodamente sentados en las butacas de este teatro, a muchos de los que “leen poesía, escriben poesía, pero no viven poéticamente”, cuyos cerebros han sido devorados por la ostentación, el gasto y la deuda de lo que como nos dijera Pound, está hecho para la usura de vender y vender pronto. Y entonces ¿Qué es vivir poéticamente? Barrabás nos acorrala hacia la salida. Papasquiaro otro de sus maestros y poeta hermano en este descalabro, nos azuza y abre la puerta a la manera de un Virgilio perverso para un Dante del ultraje, de los manicomios y residencias de prostíbulo planetarios, donde vivir poéticamente es “vivir sin timón y en el delirio”.

Señoras y señores, bienvenidos al caos sonoro de la sensibilidad humana. A quien se atreve a los grandes riesgos que hacen lenguaje, adelante, puede adentrarse en estas páginas que huelen a viaje marino, tierra bruta y podredumbre, donde un Dios de lo anárquico y desgarrado, piojento y brutal aguarda como guía para cruzar los dominios de lo catastrófico, para cantar la decadencia y miseria del hombre de este nuevo siglo que comienza, pero advierto, no respondo por la pérdida de sus ojos ni por las cuchilladas con ajo en el corazón.   


ALEXIS DONOSO GONZÁLEZ


Santiago, 2015.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Helvert Barrabás / Sinfónica Caótica


El próximo viernes 11 de diciembre a las 22:00 hrs. estaré presentando mi libro junto al amigo Alexis Donoso y demás compañeros/as de juerga / el lugar será mi hogar ubicado en Barrio Yungay, Calle Huérfanos #2837 A, entre Libertad y Esperanza, en un callejón sin salida. Bienvenido será todo aquel que se aproxime con una botella bajo el brazo y sin ánimo de animadversiones. Posterior a la lectura habrá fiesta bailable y la casa se manifestará con varios litros de bebestibles / Agradecer al amigo Francisco Morales por la confección del flyer / Abrazos