martes, 18 de septiembre de 2012

Pablo de Rokha - U.



(Pablo de Rokha junto a Violeta Parra)


Señales al hombre futuro



Sin embargo, es mi ausencia quien inventa las sabandijas y las telarañas del siglo.
            Jamás.
            Palanca de aluminio, galope de máquina en trances fatales, geografía de lo inaudito y lo estupendo, gran figura, horizonte de navío cosmopolita, he ahí, yo arrojo la llamada aclaratoria e inactual, el golpe de bronce alucinado, la campanada-llamarada encima de los cinco ladridos de la tierra: América, Europa, Asia, África y Oceanía.
            Ay!  Ay!  Ay !...
Domino todos los triángulos de la soledad clamorosa, las arañas, los presentimientos, las tinajas de la sombra, la última luz del luto, hasta los gallos caídos.
Venía mi voz  andando por  la  nada y se enredó mi voz en  mi voz.  Por  eso soy eco de mi  tristeza. No obstante, hay  tanta altura de comba de cielo o de vientre de madre salvaje,  todavía;  en mi gran lazada al Infinito. Cosecha de aventurero, guiso mi guiso de palomas.
Agua de hierro teñida de azules incontestables, Dios atrabiliario.
Toda la  joroba  del Continente se me cuelga de las palabras, semejante a una inmensa costumbre de lluvias. Levanto,  oh!  levanto mi plumero  de  cigarras y  hago  montañas  de libertad. O bien, agarro la esquina de mi esqueleto de amatista y rompo el saco de los vinos cornudos y obligatorios; como la muerte la bola del mundo. Como murciélagos, como metáforas y escupo filosofía. Y remezco con gritos las estrellas y los campanarios, y  derrumbo con  gestos las naciones y las verdades adoquinadas. Ferretería de cúpula, geometría de pólvora, cementerio con peumos chilenos, letrerito de sepultura en despoblado, y también la casa vacía y los países y las guitarras y los parientes.
Sí.
¿O ando jugando con esmeraldas y con elegías de acuario a interpretar los signos cósmicos, los proyectos oceánicos, la peluda hipocondría en atardecido?...
No.
La seriedad me incluye entre las piedras y las tumbas del calendario, niña.
Arquitectura de silencio, poderosa lo mismo que la mujer preñada, mano de madera invulnerable, cruz del tiempo, cruz del verso sin naturaleza, y, además, sangre con tierra, noche con tierra y alarido; amontonado de lagares y de panales; panteón de razas y de cantos, laboratorio de cipreses indiscutibles con negros pájaros muertos y aulladores.
            Situación de animal volcado, de torre inclinada pero absoluta, así.
            Voy creciendo, oh! amigos inadaptados, a la manera de las nieblas honestas y los aeroplanos en la memoria. ¡Anchura de la vida quebrada en vértice! O como embudo que se llenase de sonoridades amarillas y tiempos violetas y enloquecidos.
            Y empuño la fatalidad como una gran bandera despedazada.

PABLO DE ROKHA
  

1


Yo agarro la suerte y la muerte,
así, por la palabra, por la maquinaria ruidosa de la palabra, las hago
            canciones sin tiempo,
y voy arando de inmortalidad el día grandioso.

Mi carne es guitarra, mi sangre es tonada, y mis huesos son cantos parados.

Percibo el devenir mundial como imagen, sólo como imagen,
siento, pienso y expreso en imágenes irremediables
la lógica matemática de los fenómenos de los fenómenos de los fenómenos;
y mi condición esteticodinámica crea el universo
a la manera formidable de los espejos despedazados.

Hombres y máquinas y hombres
viven y mueren en mis poemas acumulados
la forma tremenda del sueño.

Soy gesto, soy violencia, soy mundo elocuente;
además, no tengo sentido conceptual,
o ando disperso y movible por adentro de la belleza acuartelada,
lo mismo que el pensamiento en las arterias,
y también como Dios, sí, como Dios en el alarido del hombre sublime;
sin embargo, me veo viéndome
con la mirada espectacular del análisis.


Palomas de cemento,
se me caen del traje rodante las epopeyas.

No conozco, digo,
no defino, nombro,
 agrando la naturaleza;
expreso;
detrás, allá detrás de mi corazón, aúlla la nebulosa.


          2


1.Gira la tierra volcada en los pensamientos,
y caen palabras con los sexos lluviosos
desde las alturas cosmográficas del grito y del mundo,                                                                                                                                 porque YO RESPIRO.

2.Llegaron los aeroplanos amarillos, la luna negra con flecos morados,
y todas las fábricas
echaron a volar humaredas y canciones ultramarinas
sobre los aperitivos urbanos;
murió la gran sombra nublada de sudores municipales.

3.Bandera cubriendo el occidente, ah! Bandera cubriendo el occidente,
la voluntad genial de Vladimir Iliitch Ulianoff  LENIN,
estatua de palo encima y más arriba del puente de Brookling.

4.El sol se ha parado a comprar bencina sobre la catedral de Reims.

5.Los dinamos de la actividad obligatoria
aturden a las águilas de bronce afable y polvoroso
que duermen en el ciprés de llanto y de fuego,
y un vértigo de ventiladores en la muerte
abrasa los pensamientos electromecánicos del panorama;
la luna, helada de éter, patalea
porque a Dios se le rompieron los neumáticos. (recuerdo del futuro)

6.España y los muertos parados a la sombra del sol sonoro.

7.Einstein
camina por la nada con el tiempo en los bolsillos panorámicos;
y no se le cae el planeta.

8.La pregunta matemática de Edison perfora los sepulcros.

9.Acodados en las montañas subterráneas, James Joyce y Picasso definen el
            indefinible.

10.Rumbo a Hong/Kong,
el ZR3 olvidó la memoria geográfica,
y un planeta nuevo
emergió el Domingo del cartel del cielo interesante
con todas las alas quemadas;
la sirena del Lusitania agujereó el atardecer,
y su ojo inmóvil
derrumba las murallas del siglo y el color mineral de las ideas;
anoche llegó el Transiberiano nevado de paisajes rusos;
y cien cometas muertos evolucionan alrededor de la antena desaforada
            de Eiffel
cantando la retórica atmosférica;
John Rockefeller defeca un telegrama sin ombligo.

11.Morados de hambre, los esqueletos eslavos
beben en las cunas vacías,
y se escarban las telarañas del estómago.

12.Un gran pájaro de azufre canta sobre el eje de la tierra.

13.La boñiga negra y seria del África
enluta las espadas civilizadas;
el piojo de las trincheras ladra bajo los sobacos del mundo;
el proletariado almuerza plomo y luto de ametralladoras,
y el burgués, florido de babas comerciales,
conduce sus motocicletas dementes por los caminos académicos,
            rebuznando de alegría;
un Zeppelin destripado,
la fruta inmensa de un Zeppelin destripado
cae desde el árbol de la esfera contemporánea de faroles
encima de las colmenas multiplicadas y humosas,
aplastando las gargantas eléctricas;
muñecos de estufa se abren los labios mojados del sexo y lloran
bajo el sauce de las sedas caídas,
y un triángulo de oscuridades se les sonríe entre las medias;
husmea el macho rumor de calzones tibios, bramando,
y la hora vencida se parte el vientre en los suburbios
tiñendo de espectáculos el horizonte
que emerge desde las piernas abiertas de la tarde violada
orlado de violines tristes.

14.Ford echa dólares,
sangre de ciudades poligonales y acero
el tubo idiota de la actividad,
y, por la rajadura inferior del comercio van saliendo automóviles
van saliendo automóviles
y a u t o m ó v i l e s
y automóviles
y AUTOMÓVILES,
con la continuidad de la gotera en los patios clínicos,
a u t o m ó v i l e s
iguales y horribles,
con tongo, con testículos, con sebo de burgueses incontestables y hediondos,
con toda la imbecilidad de la máquina democrática.

15.El grito en silencio del Gandhi
toca las campanas de espanto sobre la Europa despernancada,
y las montañas echan a correr llorando;
los árboles mecánicos del Bois de Boulogne se arreglan la corbata azul de
            la primavera
con gestos pintados de melancolía sin chaleco.

16.Las vías públicas amarran la tierra, la amarga tierra sistemática,
acequias de hombres desaparecidos en la fórmula hombre,
arrastran caudales de multitudes, raudales de muchedumbres patológicas;
crucificada en la unidad,
la figura sola se derrumba, agonizando;
araña del bullicio, silenciosa,
la voz múltiple y una
ahorca las polvorosas almas a bencina.

17.Gabriele d’Annunzio,
así dice el aviso cosmopolita y navegante
de los traseros con cinco sentidos.

18.La verdad triangular
agacha las orejas, sonriendo, la tonta,
en la mano quebrada de la acción;
Marte se rasga la chaqueta en los rascacielos de movimiento,
y al invierno se le mueren las últimas hojas.

19.Los días se caen de la cara de los mendigos.

20.“En verdad, hermanos, en verdad
la hora de las cosas peludas
llegó,
llegó
la hora de las cosas peludas”,
dicen los crucificados:
“llegó la hora de las cosas peludas”,
y se abrochan el botón de la tragedia, pensando:
“las mujeres son un problema con pelitos”;
las tórtolas  metafísicas de la Radio Company
lloran en la plazuela de Henry Bergson;
cerros de agua,
las yeguas cuadradas del tumulto
desbordan los acontecimientos,
y la pulsación multitudinaria, tronando,
enloquece al individuo;
un enorme cuervo de oro asesina las rosas desnudas del día.

21.Canta/llora el hombre amarillo de los hornos crematorios.

22.La lluvia suspira junto a los braseros y las abuelas.

23.El animal de ladrillo se pone condones iluminados.

24.Hirviendo, el ombligo de horrores del Gulf/Stream
da vueltas al tirabuzón de los aullidos con su manubrio de truenos y
vientos;
y el disco aforme grazna las patadas oceánicas;
sirena de hoy, la gran victrola enloquecida y dinámica,
estira sus antenas de engaño,
cual una antigua mano electromagnética, o lo mismo que el hombre de
            neblina del cloroformo;
y los transatlánticos vienen a picotear angustia en situación de pollitos
            imbéciles.

25.Un niño enorme y muerto enluta la filosofía.

26.¡Avión de Italia, lleno de soles frutales,
y las velas latinas riendo!...

27.“Soy el edificio / locura / argumento,
la alta terraza de mi frente
exhibe sus canchas de tennis dominando los espacios precipitados;
ceñido de aires felices;
la belleza mecánica, la locura mecánica,
me envuelve con mantos livianos de sportman de día festivo a la hora de
            las campanas,
mi sensibilidad es rodante y tiene ideas de automóvil”, dice Carl Brown.

28.Los macacos americanos
saben qué soñó anoche la pequeña emperatriz de sándalo de Sumatra
y el rey de ceniza de la Mongolia religioso/fabulosa;
los diarios cóncavos recogen todas las noticias atmosféricas,
como la campana el eco inmóvil en el tiempo:
sincronismo/automovilismo de la vida física y psicológica;
el suicidio del tren del Sur conmovió los polos absortos.

29.La paloma automática del anuncio
anida entre el ramaje incalculable de las estrellas, tan y tan valiosas,
cantando la estética comercial del instante.

30.Unanimidad de la sensación geográfica:
la goma podrida del espacio se encoge debajo de los pájaros automáticos.
y el tiempo inútil circula por las arterias vertiginosas
como un gran expreso sin cabeza.

31.El bolcheviquismo aúlla sobre las estepas blancas
arañándose las costillas,
y la metáfora igualitaria se diluye, como el azúcar, en los ácidos sociológicos.

32.Los caminos burocráticos de California
se descuelgan del horizonte,
ceñidos de vacadas y trigales apresurados, en enormes trenes de árboles.

33.Saturno bebe el chop de las lágrimas y el gesto
en los bares oscuros e iluminados,
con el anillo de la pólvora y las clínicas diluido.

34.Un tranvía neurasténico atraviesa las cocinerías de Shangai, suspirando
hacia la callada Oceanía
frente al whisky tronante y lluvioso de los barrios marinos,
y un suicidio de acordeones italianos
ensucia las murallas arreboladas de los falansterios de Valparaíso;
los cantos/fósforos de Andalucía encienden Yanquilandia;
las sultanas muertas
entristecen los crepúsculos/terciopelos morados de Constantinopla,
y los camellos de piedra de la Arabia
rumian los dátiles azucarados del recuerdo y del silencio
en el Baedeker puritano de Inglaterra
enriquecido con lágrimas de palo, enriquecido con lágrimas de palo;
las queridas subafricanas de Tutankhamon
fuman opio en Montmartre, en la pipa noruega de Strawinsky,
y el recuerdo del faraón del alma inmóvil
grazna en el Escorial violento
aleteando con los triángulos flacos de sus axilas;
la medialuna de Abd/el/Krim
rebana las gargantas apasionadas del Mediodía;
Warren Harding, ganadero y periodista bíblico,
lleva la batuta del mundo
en los bolsillos de su smoking atribulado de hombre cristiano y peludo,
y la melena de Mary Pickford tuerce la historia;
la risa velluda del shimy
babosea las adolescencias ingenuas
con su agarrón al seno:
Benedicto XV solloza con las tetas caídas sobre la cristiandad;
Europa bebe champaña en el bidet de Ida Rubinstein,
y los guerreros automáticos del catorce
abonan las tierras heridas mejor que el guano de las marquesas.

35.El pájaro blanco de los cerezos de Tokio
habla
el pájaro de los cerezos de Tokio,
y un sol niñito juega en las plazas públicas del cielo
con las blancuras indefinidas.

36.El Gobierno de Wáshington decretó: lluvias,
y todos los paraguas aletearon
bajo la siembra inmensa y oscura del agricultor innumerable;
los parques de Londres encanallan las viejas églogas:
el pan maquinal y químico de las ciudades es una tal paloma domesticada,
y los idiotas artificiales
humedecen los muros únicos del manicomio;
el mar de los balnearios llora en las maletas de viaje;
y los chiquillos embotellado de las salas/cunas
entretienen sus ideas de fetos en almíbar melancólico y deshojado
inyectándose morfina en la imaginación de los testículos;
la belleza de los lagos suizos, toda la belleza de los lagos suizos
se vende en Hyde/Park encajonada,
y toda la Holanda, con sus quesos, sus paisajes, sus vacas y su reina de
mermelada/gelatina,
toda la Holanda viaja en los tarros lecheros
que difunden sobre la tierra las fábricas cosmográficas de Chicago;
los establecimientos comerciales/industriales de Nüremberg
elaboran tres millones de momias por lunario,
tres millones de momias con olor a siglos y a mundos de antigüedades,
y las envían a la piedra eterna
por el agujero de la muerte convencional, monumental y relativa;
Mr. Briand demuestra que la vieja quijada de la burra de Balaam es
            verdadera
encarcelando a Scopes,
y no comiendo cerdo con ópalos:
sin embargo el pulgón laníjero ataca la manzada de Adán;
la araña cría pelos y se transforma en filósofo,
y la gran sardina de lata de Jonás pone huevos con ombligo y
            entendimiento, en las cantinas de Nínive,
danzando, a la hora del vermouth,
el tango inútil de las religiones metafóricas
con el hijo del rey del petróleo.

37.La camisa de flores de la primavera aletea sobre Wall Street;
la gran tinaja del invierno
gotea las alamedas sifilíticas, estornudando.

38.El gallo de Francia pisa las gallinas del mundo,
y los pollitos metafísicos
cacarean en las santas cátedras;
el calzón de la condesa de Noailles perfuma la poesía;
Collette Willy ahorca a Clemenceau con el pétalo de las ligas,
deshojando la rosa llovida de la legión de honor
sobre las camisas ensangrentadas de la pornografía.

39.Las usinas geológicas de Berlín hollinaron lo infinito.

40.Bandadas de hidroaviones multitudinarios
planean sobre el círculo de horizontes;
el pez de acero fuma la pipa naviera del periscopio;
un gran pájaro de aventura
emigra desde la estación radiotelegráfica de los transatlánticos
con las alas mojadas de Benedictine;
la Mistinguette muestra las piernas en las antenas inalámbricas del navío;
atravesado de noticias, el mar resuena como un banco con mucho público;
el fabricante de conservas sale a cazar langostas en aceite, en automóvil
            oceánico;
fuma la nostalgia de todos los puertos cantando la Internacional;
el emigrante se despioja las espaldas agusanadas
encima de los molos rotundos
que encajonan en piedra y en hierro las caletas encallecidas de antaño;
sobre la hoja caída de los mares amarillos
desparraman las islas niponas
los estilos engrandecidos de la agricultura,
-s o b r e  l a  h o j a  c a í d a  de  l o s  m a r e s  a m a r i l l o s-,
y el salitre de Chile, navegando,
alimenta las tierras hambrientas de Confucio;
crucificada en los antiguos mástiles, enloquecidos de aventuras,
la leyenda oceánica, sol trizado,
agita las alas quebradas y rumorosas como los recuerdos empapelados o
            como
los racimos de uvas, también, de uvas tan polvorosas que son pájaros
            muertos, o velorios;
sin embargo, la tierra se sumerje en la bruma acuaria,
París, Berlín, Madrid son bahías universales
y muelles eternos con los ojos teñidos de viajes e itinerarios,
un recuerdo de navegaciones joviales, se difunde sobre Castilla, la vieja,
y hasta los caminos apolillados y polvorientos
son como navíos sin agua y sin corsarios elementales,
anclados en el gesto inmóvil de las solteronas.

Onofroff descubre la última muela de Sócrates y el tercer huevo de
            Jesucristo.

41.La rasgadura comercial, internacional y pedagógica,
la llaga cívica de las rameras
se abre, como una gran institución pública, encima de la civilización
            moderna,
y los funcionarios, todos los esclavos/lacayos de ahora,
-los cocheros, los prestamistas, los sacerdotes, los policías, los notarios y
            los jueces,-
van a comprar todos los sábados
el derecho de pasarles oficialmente la lengua por las verijas.

42.Lloran en la vía pública
las hojas marchitas del asfalto
y los poetas horizontales.

43.Las masas obreras tienen toda la bulba podrida
y piojos arriba de la palabra;
sin embargo, la cuchilla desventurada remece las cadenas y las banderas,
el chancro de la rebelión económica muerde los esqueletos,
y la ladilla democrática se multiplica en los ensueños del planeta:
maduró la hora tremenda de los gremios, y ya no existe el hombre,
existen el zapatero, el minero, el carpintero y el albañil entre el cielo y el
     mundo.

44.El bigote de Guillermo II y la filosofía alemana
piensan, en actitud de sauces llorones,
que el pobre, el triste y el vencido también son necesarios.

45.Además los bandoleros cinematográficos de la Manchuria
castraron al Príncipe de Gales
con una gran cuchilla de soles prudentes.

46.Todavía el Maharajá de “Las Islas Cóncavas”
se pone calcetines de diamante
y atraviesa la geografía con la luna desnuda en los brazos.

47.Las mariposas evolucionan en el foyer agreste,
y un triple aroma a gasolina
tiñe la farmacia atmosférica y se deslíe sublimemente
en la botella terapéutica del aire/máquina
abierto y extenso como un sanatorio:
la mecánica de este paisaje al oxígeno,
aquella tal sonoridad del establo
que le ciñe de victrolas de matrimonio,
y aquel bicolor de tablero de ajedrez,
volcado en la mesa de billar de un garito completamente azul de azules
conmueven el ferrocarril que parte su gran área agronómica,
y el animal de hierro desparrama su carcajada eléctrica y esférica;
la seriedad geométrica de los eucaliptus domina operarios y animales.

48.Las estufas del departamento de calefacción de Yanquilandia
ordenan la temperatura del Continente,
y los barómetros consultan los calendarios norteamericanos.

49.Krupp oprime el botón de los cataclismos y paren todas las estrellas

50.Sin embargo la agricultura ve la hora en el sol,
y el gesto de los edificios
copia la euritmia panorámica del árbol,
o la montaña escalonada.

51.¡Dios mínimo y cosmogónico del radio,
gran turbina filosófica,
puñado de soles, puñado de mares ardiendo en las clínicas!...

52.¿Quién tuerce el eje del espanto hacia los patíbulos?....

53.Al día se le reventaron los dinamos
y cayó la noche degollada,
cayó la noche, estrellada de cinematógrafos, desde las terrazas;
-Essenin, suelta los pájaros negros.

54.Los ojos ingenuos del almanaque
miran las vidrieras del otoño y sonríen
con aquella tan rubia figura del año.

55.Paloma de acero de la ciudad,
asoma el instante de las motocicletas oblicuas,
y emerge la niña trizada de las pistolas.

56.Pío Baroja mueve los teatros con el ombligo,
les vacía un tintero de idiotas aportillados y rabones,
mientras se le sonríen las tripas.

57.Las lunas artificiales
hojean, en la gramática de los cielos urbanos,
el folletín eléctrico del tráfico.

58.París descolgó su manta de fríos
del ropero del Norte, la echó encima de la Ópera,
y le dejó los senos desnudos.

59.También los negritos antropófagos
se comieron a una señora en aceite indiferente,
quedando con la garganta llena de rosas.

60.Y es indiscutible
que siempre suceden esmeraldas
cuando el mar suspira.

61.Los inviernos llenos de cárceles
demuestran la grandeza embanderada del Estado;
las ranas clínicas de la Morgue
planean sobre los hospicios, las iglesias y los manicomios
creando las apologías del carabinero Maroma
y los lacayos metafóricos del Metropolitan House
prueban la dignidad republicana;
el elefante de madera, sin pensamiento,
canta la canción nacional en checoeslovaco
lamiéndose el colmillo de oro

62.Parado
en todas las esquinas del universo,
el polizonte.

63.La araña telefónica empuña la esponja cloroformada de los acontecimientos.

64.Sardina de vidrio,
cruje el volante internacional de los suplementeros
ensuciando el tea/room del crepúsculo.

65.Nació el instante de la rosa querida,
giraron los molinos pedagógicos del meridiano,
murió la hora confusa de las violetas,
y la pollera negra se deshizo en murciélagos;
horario de la tribuna contemplativa;
viajan las semanas con las maletas llenas de días;
guardapolvos cuotidianos;
por aquella gran línea circulatoria e inmóvil,
clavada de tiempo a tiempo,
de mundo a mundo.
                                               -Sola!...
y de canto a canto,
va la caída enloquecida de la vida, rodando
como el electrón, el sol, las carrocerías
y el universo;
¿de dónde deviene la costumbre de vivir?...
nada:
itinerario sin cabeza:
día a día;
                        -cronómetro de horrores de la literatura……
día a día;
y las águilas asesinadas coronando los calendarios;
mes:
he ahí la rueda-cinema de las épocas:
la época frutal de los graneros , las vendimias y los balnearios,
la época de la hoja marchita y el automóvil gris,
la época fluvial de los tejados, las estufas y los cementerios,
y la época del duraznero y las claras muchachas sin calzones,
además, la época innominada, fuera del tiempo,
la gran época en suspenso, en la cual no se vive ni se muere sin embargo,
tranco
a
tranco;
ferrocarril de soledad, amedrentado,
transatlántico,
barómetro de pólvora también, o taxímetro de automóviles desaforados
            y horrendos,
viaje sin viaje, rumbo sin rumbo,
y, ¿e l  t i e m p o?...
encerrado en las relojerías.

66.Los gatos marinos del Norte
aúllan, desde el ventisquero de Petowik, sobre Chicago,
tonadas y conciertos en esquimal isócrono.

67.Parece que todos los ríos tapados
tuvieran intenciones violentas de salirse de lo oscuro
con las alas tendidas;
ah! la gran brújula patológica;
el hombre ve mejor con los ojos cerrados;
amanecieron las auroras subterráneas,
y los sentidos multiplicados
ven la sombra,
y palpan las antiguas cosas con el dedo inédito,
el gran dedo inédito,
con el dedo inédito de las tinieblas
y los terremotos;
ya no cantamos, somos canto;
he ahí la verdad integral del mundo:
ha parido la montaña negra.

68.Paciencia del tiempo
detenido encima de las máquinas.

69.Como es la época del espanto y del andrajo,
caminan degolladas las paradojas,
y el árbol de hierro da rosas lluviosas de romanticismo.

70.¿Qué pretende el paisaje aquel con tantos pájaros en la cabeza?...

71.Lloran los últimos tangos
en las almas-guitarras de los telégrafos;
y hay fábricas de mujeres funiculares
que les ponen a las más pequeñas y rubias un sexo enorme y oscuro
como el sentido de la época.

72.Millones de ascensores evolucionan filosofando entre las cunas y las tumbas.

73.El directorio de la “Hugo Stinnes y Cía.” acuerda la estrella de turno.

74.Seguramente, los ferroviarios tullidos van a desrielar la filosofía o la literatura.

75.Pero los naranjos iluminados del Mediterráneo,
arrojan sobre la vida inicua
toda la confianza de los huertos.

76.Techumbres calcinadas y polvorientas de las Colonias.

77.Las doradas girls
se hacen besar el capullo de la virginidad
por serios esclavos de negrura.

78.Cien
m u l t i m i l l o n a r i o s  n o r t e a m e r i c a n o s  revolotean sobre el Oriente.

79.El sol químico de los laboratorios
gravita en torno de aquel hombre terrible y mecánico de las probetas;
 de repente se quiebra un átomo
y se derrumban todas las fronteras del siglo
con los huesos deshechos;
la pequeña luz delgada y tímida de las catástrofes
troncha el sí de las torres y los puentes
con su alita de ave doliente y avasalladora,
y las fórmulas matemáticas
rompen el carácter de piedra de los fenómenos.

80.Cigarros de bencina
sobre las terrazas republicanas y astronómicas;
la geometría plástica de los campos;
y luego, los pinos, todos los pinos que son depósitos de aguarrás,
y las aceitunas y las avellanas del paisaje,
y también los canelos, los boldos, los espinos, los muermos y los peumos
            soberbios,
tan bonitos y tan felices.

81.¡Cuidado con la sombra de la sombra de la sombra!...

82.Viene el instante sin paraguas,
la hora lluviosa de la estampilla/calavera/gusano,
el día en calzoncillos,
y los pájaros galvanizados estiran su voz de aluminio;
las últimas motocicletas
cantan en el ramaje del crepúsculo
su grito enorme como un mitin;
tristeza del municipio enluta los tranvías preocupados,
y la Asistencia Pública
dirige la palabra blanca a los enfermos.

83.Desembarcó del tiempo la florista del calendario
con sus saquitos de agua en Colonia,
y todos los sombreros como eras salieron a recibirla;
el cinema del comercio
está florido de sastrerías en botón;
cantan las colmenas del corazón del hombre
y los arbolitos chilenos
florecen en las mejillas calenturientas y difíciles
como el tiempo en los libros;
las últimas vírgenes aprietan las piernas
estirándose el calzón de ingenuidad que les ciñe los sexos menudos,
y los duraznos nuevos
les rompen toda la camisa.

84.Jack Dempsey no es rumiante,
además se murió diez veces iguales cuando era tiempo;
dejemos que los molinos serios
circulen con ruidos ruidosos adentro de la anatomía,
y no nos preocupemos de González;
rebuzna la justicia en los establos diplomáticos;
y el marrueco de la filosofía
se abrocha con tres botones y un testículo
sacándole la lengua a los difuntos
detrás de la esquina de los problemas trascendentales.

85.Hoy. (Tres botones de tibia de muerto muy muerto).

86.“Es menester que me ponga mi frac cosmogonario”.

87.Anoche no trabajó el pegador de carteles imprescindibles,
por eso toda la mañana quedó fuera del mundo.

88.Croan los pálidos cuervos que andan vestido de sacristanes.

89.Job publica los siete dilemas de las lágrimas, las grandes lágrimas que no se lloraron.

90.Los ópalos enamorados arañan la noche y la muerte.

91.Se oye un gran olor a angustia.

92.olor morado

93.olor de la ramera madrugadora y los sepulcros,

94.olor mojado.

95.“Antaño me llamaba mundo:
ahora no tengo caminos que arar con las costillas;
por eso entono la tonada vertiginosa
que escriben los círculos del planeta desvencijado e importante como la
            vejiga
encima de la inexistencia”, exclama la abuela de Praxiteles,

96.“E s  m e n e s t e r   q u e   m e   p o n g a   m i   f r a c   c o s m o g o n a r i o”.

97.La última niña vende los frutos podridos del abdomen,
y los dos racimos del pecho
en las ferias desnudas y estrelladas,
y la gran esponja borra las vidas
empapada en el vinagre de los lutos.

98.pero,

99.tu corazón es como las campanas desventuradas.

100.“Voy a comprar soledad para mi auto,
oh! amigos enloquecidos,
adiós!, hasta la hora soberbia de los esqueletos”.


3


     SOY el hombre casado, soy el hombre casado que inventó el matrimonio;
varón antiguo y egregio, ceñido de catástrofes, lúgubre;
hace mil, mil años hace que no duermo cuidando los chiquillos y las
estrellas desveladas;
por eso arrastro mis carnes peludas de sueño
encima del país gutural de las chimeneas de ópalo.

Dromedario, polvoroso dromedario,
gran animal andariego y amarillo de verdades crepusculares,
voy trotando con mi montura de amores tristes...

Alta y ancha rebota la vida tremenda
sobre mi enorme lomo de toro;
el pájaro con tongo de lo cuotidiano se sonríe de mis guitarras
tentaculares y absortas;
acostumbrado a criar hijos y cantos en la montaña,
degüello los sarcasmos del ave terrible con mis cuchillos inexistentes,
y continúo mis grandes estatuas de llanto;
los pueblos futuros aplauden la vieja chaqueta de verdugo de mis tonadas.

Comparo mi corazón al preceptor de la escuela del barrio,
y papiroteo en las tumbas usadas
la canción oscura de aquel que tiene deberes y obligaciones con lo infinito.

Además van, a orillas mías, los difuntos precipitados de ahora y sus
andróginos en aceite;
los domino con la mirada muerta de mi corbata,
y mi actitud continúa encendiendo las lámparas despavoridas.

Cuando los perros mojados del invierno aúllan, desde la otra vida,
y, desde la otra vida, gotean las aguas,
yo estoy comiendo charqui asado en carbones rumorosos,
los vinos maduros cantan en mis bodegas espirituales;
sueña la pequeña Winétt, acurrucada en su finura triste y herida,
ríen los niños y las brasas alabando la alegría del fuego,
y todos nos sentimos millonarios de felicidad, poderosos de felicidad,
contentos de la buena pobreza,
y tranquilos,
seguros de la buena pobreza y la buena tristeza que nos torna humildes y
emancipados,
... entonces, cuando los perros mojados del invierno aúllan, desde la otra vida...

"Bueno es que el hombre aguante, le digo",
así le digo al esqueleto cuando se me anda quedando atrás, refunfuñando,
y le pego un puntapié en las costillas.

Frecuentemente voy a comprar avellanas o aceitunas al cementerio,
voy con todos los mocosos, bien alegre,
como un fabricante de enfermedades que se hiciese vendedor de rosas;
 a veces encuentro a la muerte meando detrás de la esquina,
o a una estrella virgen con todos los pechos desnudos.

Mis dolores cuartelados
tienen un ardor tropical de orangutanes;
poeta del Occidente,
tengo los nervios mugrientos de fábricas y de máquinas,
las dactilógrafas de la actividad me desparraman la cara trizada de abatimiento,
y las ciudades enloquecieron mi tristeza
con la figura trepidante y estridente del automóvil:
civiles y municipales,
mis pantalones continúan la raya quebrada del siglo;
semejante a una inmensa oficina de notario,
poblada de aburrimiento, la tinaja ciega de la voluntad llena de moscas.

Un muerto errante llora debajo de mis canciones deshabitadas.

Y un pájaro de pólvora
canta en mis manos tremendas y honorables, lo mismo que el permanganato,
la vieja tonada de la gallina de los huevos azules.

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