sábado, 1 de junio de 2013

John Martin.


John Martin por Henry Warren

Pintor romántico y grabador inglés, célebre por sus melodramáticas escenas de acontecimientos catastróficos, repletas de figuras diminutas situadas en vastos escenarios arquitectónicos. Cautivó la imaginación del público con pinturas espectaculares como Josué ordenando al sol que se detenga, la obra que le hizo famoso, y en 1821 Lawrence se refería a él como "el pintor más popular del momento". Su obra fue verdaderamente popular, desde luego, ya que en las exposiciones de sus cuadros a veces había que separarlos con rejas de las muchedumbres de admiradores; vivió sobre todo de la venta de grabados de sus cuadros, más que de los cuadros mismos. Se hizo famoso en Francia igual que en Gran Bretaña, fue condecorado por Leopoldo I de Bélgica, y su influencia se dejó sentir en artistas norteamericanos como Cole. Sin embargo, a la vez que gustaba al gran público y que algunos admiradores le consideraban uno de los mayores genios de la historia, fue denostado por Ruskin y otros críticos, que consideraron su obra sensacionalista y vulgar. Pocos artistas, en efecto, han sido objeto de tales extremos de fortuna crítica, y su fama se hundió hasta un grado tan asombroso tras su muerte, que algunos de sus enormes cuadros, antaño famosos, fueron vendidos en la década de 1930 por una cifra tan pequeña como dos libras esterlinas. En la década de 1970 recuperó en gran parte su reputación.

Martin hizo grabados a la manera negra no sólo como forma de reproducir sus pinturas, sino a la vez como composiciones originales. Especialmente dignas de mención son sus ilustraciones de la Biblia y del Paraíso perdido de John Milton, que muestran que aunque tenía grandes debilidades como artista, especialmente en su dibujo de la figura humana, también tenía viveza y grandilocuencia de imaginación nada desdeñables en temas tan elevados.

















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